Sting 3.0

May
17
2025
Zamna Tulum, MX
Mexican Caribbean Music Festival

En Tulum, abre Sting primera edición del Mexican Caribbean Music Fest de Quintana Roo...


El ex líder de la legendaria banda The Police, fue el plato fuerte del evento


Casi con la puntualidad de un inglés, como esculpido a mano para sus 73 años y con la actitud de una leyenda musical, el cantante Sting movilizó, lo mismo a babyboomers, que a la Generación X y Millenial, a un escenario selvático montado en las afueras de Tulum, para viajar y vibrar entre la nostalgia de canciones que han dejado huella y la impecable ejecución de piezas que fusionan el pop y el jazz, con una voz prácticamente intacta.


El británico, ex líder de la legendaria banda The Police, fue el plato fuerte del Mexican Caribbean Music Fest, evento que el gobierno de Quintana Roo promociona como la “evolución” del exitoso Festival de Jazz de la Riviera Maya, que se realizaba en Playa Mamitas –Playa del Carmen– en noviembre de cada año, desde 2003, pero se diluyó en 2022.


Anoche fue el estreno de una nueva apuesta, la primera edición de este festival musical del Caribe Mexicano, que pretende ser itinerante.


Esta vez, tocó realizarlo en la atmósfera “tuluminatti”, entre residentes extranjeros, turistas y habitantes locales, quienes arribaron al Parque Zamná, dentro de un complejo que nació como un conjunto de eco-cabañas y que por su gran extensión, ha sido ya escenario de eventos musicales del género electrónico, como el Zamna Festival, desde 2017.


Sting entró a escena a las 22:07 horas. Vestido con una playera y unos pantalones negros –bajo en mano– abrió con Message in a bottle, encendiendo el ánimo con aquel primer hit de The Police, lanzado en Reino Unido en 1979, que evoca la soledad y necesidad de conexión con otros.


Interactuando con el público, mientras coreaba “sending out an S.O.S.”, saludó a Tulum, convocó a las y los presentes cantar y se movió con la cadencia propia del calor del Caribe.


Luego dio un salto de al menos 20 años para explorar uno de los sencillos del “Ten Summoner’s Tales”, álbum editado en 1993, ya siendo solista, luego de la desintegración de su banda.


Sonó entonces "If I ever lose my faith I you", que plantea el temor de que, luego de haber perdido la fe en todo, se pierda también la fe en alguien.


Su tercera pieza fue el inicio del climax al escuchar la introducción de una de las rolas más emblemáticas del británico, cuando fue vocalista de The Police, en los 80.


Se trataba de Englishman in New York, historia de un excentrico escritor inglés que migró a la capital de los rascacielos –admirado por Sting– debido a su valor para ser fiel a sí mismo, siendo abiertamente homosexual en una época hostil, en la que se le veía como “raro”.


“Be yourself, no matter what they say…”, repitió cantando al micrófono, primero cruzándose de brazos, luego, fingiendo que no escuchaba y después, soltando el bajo y llevándose una mano a la cabeza y otra a la cintura, para moverse con cadencia.


La canción fue coreada por las miles de personas asistentes al concierto. “Oh, oh, I’m an alien, I’m a legal alien/ I’am an Englishman in New York”, se escuchó, en un recinto con aforo para 20 mil personas, de acuerdo con los organizadores.


A ese punto no importaba ya ni el calor a más de 30 grados Centígrados, ni la humedad y el sudor, ni las faenas para llegar al lugar, a través de corridas de ADO o en auto propio, con un servicio de estacionamiento que resultó mucho mejor de lo esperado.


La cuarta flecha lanzada por el ganador de diversos premios Grammy, vino para hablar de quien bajo el hechizo del amor, se siente incapaz de confesarlo: Every little thing she does is magic, también de su autoría y éxito al lado de su ex banda.


De vuelta a los 90, Sting bajó el tono, pero no la intensidad y trasladó a las y los asistentes a la atmósfera de los Fields of gold, que en Tulum se asemejaba más a una selva con gente fumando “mota”, cuyo aroma inundaba el ambiente.


“So she took her love/ For to gaze awhile/ Upon the fields of barley/ In his arms she fell as her hair came down/ Among the fields of gold”.


Lo sucesivo fue el repaso de otras canciones que mantuvieron el ánimo y los aplausos, a veces sumiéndoles en un espacio más profundo y otras, explosivo, con juegos de luces mas bien sobrios y él, una cuasi leyenda, interactuando constantemente con la gente.


Inconfundibles, los acordes de la guitarra anticiparon: “He deals the cards, as a meditation/ And those he plays never suspect/ He doesn't play for the money he wins/ He doesn't play for respect (…)”, arranque de Shape of mi heart.


Algunos recuerdan esa pieza como parte de la banda sonora de la película “Demolition man”; unos más, en el filme de “El perfecto asesino”, con Jean Reno, Gary Oldman y una cuasi niña, Natalie Portman. Y habrá algunas, quienes la evocan como parte de su soundtrack personal.


“I know that the spades are the swords of a soldier/ I know that the clubs are weapons of war/ I know that diamonds, mean money for this art/ But that's not the shape of my heart”.


Después de poco más de una hora y media, Sting eligió para cerrar su participación en el Festival, la emblemática Every breath you take y Roxanne, con la cual terminó por despedirse con un: “Gracias Tulum, eres un poema”.


Antes que él, abrieron el festival el músico sitarista Leonardo Prakash, la banda mexicana de rock, Liquitis y Los Aterciopelados.


La triada telenora pasó de los ritmos hindúes de Leo, al sonido alternativo de Ro, Edi y Teo, que se acompañaron de una suerte de performance, que armonizó con la propuesta musical y visual, siempre disruptiva de los colombianos liderados por Andrea Echeverri.


Aterciopelados cimbró con Bolero Falaz, Baracunatana, Maligno y He venido a pedirte perdón –homenaje a Juan Gabriel– además de una nueva versión de “La ciudad de la furia”, colaboración para el álbum acústico de Soda Stereo, que este año cumple 25 años de haber sacudido la escena musical, en voz de Andrea y Gustavo Cerati.


(c) El Universal by Adriana Varillas

 



¿Cómo le fue a Sting en Tulum? ¡Arrasó!


No hay plazo que no se cumpla y Sting tenía una cita con su público de Tulum, Quintana Roo, como parte y cabeza de la primera edición del ahora llamado Mexican Music Caribbean Fest, que tuvo lugarl en el espacio en que habitualmente se realiza el Zamna.


En esta primera edición, el festival reunió a más de 20 mil personas de todas las edades, que llegaron para disfrutar de la gira internacional 3.0 del artista británico que a sus 73 años demostró por qué es una leyenda del rock y su presencia en el escenario es imperdible para los amantes de la música.


Todo comenzó poco después de las 6:00 de la tarde cuando miles de personas comenzaron a inundar el recinto para tomar un lugar desde el arranque del encuentro y disfrutar de presentaciones de artistas de distintas partes del mundo. El encargado de calentar al público fue el franco mexicano Leonardo Prakash, quien tuvo una breve presentación en la que fue recibido de manera gentil por la audiencia casi en la puesta de sol, lo que tiñó el cielo de una gama rojiza que enmarcó la primera edición de este encuentro.


Después subieron al escenario los oriundos del Estado de México, Los Liquits, que regresaron a la escena musical después de seis años de ausencia y como parte de su más reciente gira tomaron el escenario del festival para hacer un recorrido mágico entre sus éxitos y dos temas nuevos que formarán parte de su nuevo disco. Las más aplaudidas por el público fueron “Jardín” y “Desde que…”, en las que bailaron con toda la asistencia que quedó sorprendida con su nueva gira, la cual arrancaron en abril pasado en el Teatro Metropolitano de la Ciudad de México.


Y llegó el turno de los colombianos en el cartel: Los Aterciopelados, que convirtieron el espacio en un centro de comunidad, hermandad y protesta contra las presiones de la industria hacia las mujeres que han sido cuestionadas por el paso del tiempo y por su cuerpo. Andrea Echeverrí explicó que tocarían los temas de su álbum “Genes rebeldes” y mezclarían nuevas versiones de temas clásicos de la banda como “Rompecabezas”, en la que colaboraron con Vivir Quintana y Los Auténticos Decadentes para reunir fondos en favor de las aves. Desde el escenario recordó a amigos de la banda como Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba, y al fallecido Gustavo Cerati, a quien definió como el hombre más guapo del mundo antes de interpretar “La Ciudad de la Furia”.


Para cerrar rindió homenaje a nuestro país al interpretar su cover de “He venido a pedirte perdón” de Juan Gabriel. Para el anecdotario queda la confusión de Los Aterciopelados pues siempre se refirieron al público como habitantes de Yucatán y no de Quintana Roo.


Puntual como acostumbra, el británico subió al escenario que ya lucía a reventar. Sin mediar palabra arrancó la lluvia de éxitos con “Message in a bottle”, “If I ever lose my faith in you”, “English man in New York” y la primera que sonaría de The Police, que fue muy bien recibida: “Every little thing she does is magic”.


Pocas interacciones con el público pero contundentes agradecimientos por el aplauso y el recorrido por sus grandes temas siguió con momentos imborrables como “Mad about you”, “Driven to tears”, “Can’t stand losing you”, “Shape of my heart”, “Walking on a moon” y arranca el show hacia el gran cierre que es con dos clásicos que definen la historia musical de este emblemático solista del rock que se ha mantenido vigente a pesar de todos los cambios en la industria: “Every breath you take” y “Roxanne”, que arrancó más de una lágrima entre los seguidores que disfrutaron de este show.


Sting se despidió muy rápido y salió del escenario. Es conocido entre los pobladores que el británico es visitante frecuente del destino turístico y por eso Tulum era una parada obligada para el ex líder de The Police, quien ha suspendido un par de presentaciones de su gira 3.0 por salud, principalmente afecciones en la garganta.


(c) UnoTV by David Rubí

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